El agua que toca los labios y en la mano está quieta agua sólo de agua sin azul y sin ruido y hasta adentro se llega ¿por qué camino? La simple la silenciosa solo agua quieta sobre mi mano abierta. Es sed de realidad que me calma esta agua sin prestados vestidos de azular y murmullo. Sed de un agua desnuda sin cielos que se tiendan sin aquel su escaparse sed de existencia cierta. Sobre mi mano apenas tiembla callada y simple callada y quieta.
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Los poemas de esta semana que comienza fueron seleccionados por Constanza Casagrande.
El poema del viernes, “Ensenada Corsons”, es de A.R. Ammons (Whiteville, 1926), y la traducción, inédita, es de Agustín Giménez Mathus, lector de estas columnas quien, con enorme generosidad, la compartió con nosotros. El poema me conmovió especialmente y no había leído al autor, así que fue un descubrimiento doble.
Siento mucha alegría por las amistades, conversaciones y lecturas que “gané” (la palabra es rara pero, creo, adecuada) desde que empecé con el newsletter. La relación epistolar que tengo con Agustín, y sus traducciones (ya nos había compartido esta versión de Carver), forman parte privilegiada de esa lista. ¡Gracias, Agustín!
Muchas gracias Rodrigo por incluir Ensenada Corsons en El Buen Poema! Conocí a A.R. Ammons por una selección de poesía estadounidense contemporánea que hizo Harold Bloom en La escuela de Wallace Stevens. La publicó en español Vaso Roto.